viernes, 14 de febrero de 2014

filosofia, Ciencia y religión

Ciencia y religión son las dos grandes visiones del mundo más importantes. Son fenómenos globales presentes a lo largo de toda la historia de la humanidad. Las relaciones entre ciencia y religión se pueden enfocar desde tres puntos de vista: histórico, epistemológico y sociológico.
La primera pregunta que se plantea es si son entre si compatibles o incompatibles. Dentro de la compatibilidad se puede destacar su autonomía y desde ella el diálogo y la complementariedad. El problema de los orígenes del universo, la vida y el hombre puede plantearse desde la religión y de la ciencia. Aunque esto llevó a ciertos conflictos hoy encontramos que no tiene por que oponerse.
Tanto la religión como la ciencia son fenómenos culturales que han estado presentes a lo largo de la historia desde la más remota antigüedad. A veces se corre el peligro de suponer que la ciencia empieza con la ciencia moderna del Renacimiento, olvidando todos los desarrollos anteriores. Esto es un grave error, ya que el nacimiento de la misma ciencia moderna no puede entenderse sin los desarrollos científicos anteriores. Remontándonos a los albores de la ciencia en la antigüedad podemos encontrar ya interacciones con la religión. La religión y la ciencia constituyen formas de acercamiento a la realidad, es decir, formas de conocimiento con distintas peculiaridades.
Es, por lo tanto, importante estudiar la distinta naturaleza de cada una de ellas y la relación que puede establecerse entre el conocimiento científico y el conocimiento religioso. Esta reflexión pertenece al campo de la filosofía.  Fe y experiencia religiosa forman el fundamento del conocimiento religioso que se formaliza en la teología, mientras el conocimiento científico está formado por un marco formal de leyes y teorías, relacionadas con una base empírica de experimentos y observaciones.

 

Métodos de la Filosofía

 Metodo Mayéutica    
Propio de Sócrates quien fue el primero en esbozar  un método definido

Definición:
El método Mayéutica consiste en  ayudar a descubrir la verdad por sí misma .La Mayéutica era el arte donde la partera auxiliaba a la mujer a dar a luz, la madre de Sócrates , Phaenarete , fue partera . De ahí la figura que significaba como Sócrates iluminaba  a los espíritus. La Mayéutica enseña a la persona a dar a luz las ideas que ha concebido. El termino Mayéutica (del griego  maieutiké: arte obstétrica) fue adoptado por Platón para expresar un aspecto particular de la enseñanza   Socrática.
Para Sócrates, la enseñanza no es la entrega de una verdad desde fuera, sino la iluminación operada en el discípulo por el maestro consistente en que el discípulo descubra la verdad que se halla en su intimidad y que desconocía.
Características
§  Estilo. El estilo del método era el de la conversación o diálogo.
§  Asunto. El asunto en discusión era progresivo:
a).-No empezaba con definiciones ni teoremas para deducir de ellos y clasificar con su ayuda los fenómenos concretos del mundo y la vida humana.
b).-Comenzando por los hechos particulares, preguntando y obteniendo  respuestas, se elevaba a las ideas y convicciones de orden superior.
c). -No presentaba al discípulo que era el interlocutor sistemas acabados, sino que se colocaba en su punto de vista induciéndole a  expresar sus ideas cuidadosamente. Si eran correctas las confirmaba con nuevas explicaciones y desarrollos; si eran incorrectas demostraba su absurdo  admitiéndolas primero,  para guiar al discípulo después a las legitimas conclusiones de la idea errónea.
d).- Todo esto lo verificaba haciendo preguntas, cargando en el interrogado el peso de las ideas, sacando nuevas fueras de cada error que descubría en sus razonamientos auxiliado por la ironía.
e).-Las ideas no debían implantarse según Sócrates, desde fuera sino desarrollarse lógicamente dentro  de la conciencia del discípulo interrogado. Debían crecer en el espíritu activo del interlocutor hasta que fueran suficientemente claras para expresarse, para salir a la luz.
 Ironía. Famosa actitud de Sócrates ante sus interlocutores, discutiendo, fingía aceptarles la tesis para luego, dialogando, demostrar que estaban en contradicción consigo mismos y concluir que aunque estuvieran seguros de saber, en realidad no lo sabían .



Método Cartesiano

 Método creado por René Descartes. Su línea rectora es que conviene dudar metódicamente de todo, menos de la existencia pensante. Descartes resume esto en una frase Cógito, ergo, sum (pienso, luego, existo). Esto es algo tan evidente que ningún escéptico podrá dudar, porque al dudar piensa. Su método lo resume en los siguientes pasos:  | Evidencia. Si quieres filosofar, “duda de lo que sabes, de lo que han di- cho, de lo que crees que debe ser. Duda y pregúntate si es verdad, si lo que sabes está de acuerdo a lo que tú piensas”. Si aparece con claridad a tu mente entonces es verdad. Por ponerte un ejemplo: Si un muchacho (a) te dice que te ama: ¿Cómo sabes que es verdad?
| Análisis. Si quieres saberlo, analiza todos los detalles, todas las circunstancias. Si no lo analizas, jamás podrás saber que te ama. Te podría engañar. Ese es el segundo paso del método.  | Síntesis. Si has analizado, entonces reconstruye sintetizando todos los elementos hasta lograr la claridad en la apreciación. Sólo así podrás darte cuenta en tu intelecto de la veracidad de sus palabras.  | Recapitulación. Si aún tienes dudas recapitula o reconstruye todos los elementos de nuevo hasta que quede claro a tu razón que la verdad te ama. En otras palabras un auténtico filósofo duda, analiza, sintetiza y recapitula.
Método Fenomenológico
 Lo fundamental de este método es la constitución propia del ser humano. El hombre no se encuentra como pura subjetividad, sino concretamente como un hombre en su mundo. Este mundo se le aparece siempre a su conciencia subjetiva en forma de fenómenos. Por eso su método seguirá los siguientes pasos:  | Presencia del fenómeno a la conciencia. Siempre estamos ante hechos, no ante ideas. Los hechos generan ideas mismas que son representaciones de hechos. Hacer Filosofía con este método significa no hacerle caso a las ideas sino a fenómenos o hechos que aparecen a la conciencia.  | Una  vez que el fenómeno o hecho está en la conciencia hay que purificar- lo de toda concepción o prejuicio. No me interesa lo que se ha dicho sino lo que se presenta a mi conciencia. Al purificarlo de estas concepciones, nos quedamos con lo que auténticamente es aquel fenómeno o hecho. Por poner un ejemplo, si mencionamos la palabra odio, ésta no interesa como concepto sino como realidad. El odio me remite al que odia y el que odia se presenta a mi conciencia como un ser calculador, con tendencias violentas, con una cara que refleja dureza, etcétera. El odio entonces, en este método,  es la tendencia al daño y a la destrucción de lo que se odia y repercute de modo negativo directo en quien sostiene el odio y no en el objeto de lo que odia. El odiado ni se da por enterado a no ser que descubra el fenómeno ante su presencia. La Filosofía es el descubrimiento constante de fenómenos que se aparecen a la conciencia y la capacidad de describir lo que se presenta a la conciencia.
Método Hermenéutico

Sus máximos autores, Friedrich Scheleiermacher y Wilhelm Dilthey, pretender fundamentalmente descifrar un texto, frase o determinada postura filosófica atendiendo al contexto y subjetividad de quien lo escribió para captar su verdadero sentido. Por ejemplo, cuando los epicúreos sostienen que “el placer es lo que nos hace feliz” el hermeneuta analiza el contexto y los antecedentes de esa expresión. La hermenéutica se encarga de encontrar el verdadero sentido de esa palabra y de ese modo se capta toda la riqueza de una expresión.

Método Dialéctico

 Según Hegel, autor de este método, como seres humanos cobramos conciencia o se amplía nuestro conocimiento cuando estamos frente a algo que no somos nosotros. Por poner ejemplos, sólo cobramos conciencia de la salud cuando estamos enfermos, cobramos conciencia de nuestra pobreza ante la riqueza del otro. En otras palabras, el yo sólo se conoce a profundidad ante un no yo. El conocimiento sólo crece frente al otro, que no es yo. Hacer filosofía es entrar en un proceso donde la tesis se consolida ante una antítesis y crece en una síntesis. Y ésta se convierte en una tesis para entrar de nuevo en un proceso dialéctico.

Existen además otros métodos para hacer filosofía, entre ellos: método crítico creado por Emmanuel Kant; método de deconstrucción creado por Jacques Derrida y método del discurso creado por J. B. Thompson. Pero por su extensión preferimos no tratarlos. Te encomendamos hacer una investigación para profundizar en ellos.  

Las características de la filosofía son:


Certidumbre Radical: los filósofos no se conforman con cualquier clase de respuesta.


Fundamentadora: el filósofo desea saber en qué se basan todos nuestros conocimientos. Nos hace reflexionar sobre los fundamentos en los que se asientan nuestros conceptos, conocimientos y creencias. Para ello, realiza una exhaustiva revisión de los fundamentos, conocidos también como ‘principios’.

Totalizadora: la filosofía tiene una tendencia a la ‘universalidad’, pues no se conforma con explorar fragmentos de la realidad, ni con dar visiones parciales del mundo.

Sabiduría: la filosofía es un conocimiento que se preocupa por encontrar el sentido, meta y valor último de la vida humana, siempre con el fin de proyectar una vida mejor.


Praxis –práctica: la filosofía trata problemas y soluciones que tienen profundas repercusiones en la sociedad, demoliendo prejuicios y falsas concepciones para despejar el camino y construir nuevas alternativas y mejores mundos.


¿QUE ES LA FILOSOFÍA?


La filosofía es un conocimiento, un saber, de los tantos que posee el hombre, que resulta de una actividad que se llama filosofar. Hay algunos que sostienen que no se puede enseñar filosofía, pero sí a filosofar.

La filosofía, en cambio, pretender ser autónoma, no depender de nada. Por lo tanto las preguntas que la filosofía se plantea, y que trata de responder, son las más fundamentales para el hombre: ¿qué soy yo y qué es el mundo?

La filosofía puede ser el producto de una crisis exterior, en la que lo que está en torno a mí parece vacilar y nada parece seguro, o de una crisis interior, en la que de repente comienzo a dudar de todo lo que hasta ayer daba por aceptado. En este último caso se produce lo que los griegos llamaban la admiración, cuando hasta las cosas más sencillas me admiran.
Siempre vi que el sol salía por el este y se ponía por el oeste, pero hoy ese hecho me produce admiración y me pregunto: ¿por qué el sol sale por el este y se opone por el oeste? Como dice Aristóteles, éste es un saber sin utilidad, porque independientemente de lo que yo concluya, el sol seguirá haciendo lo que venía haciendo. Es un saber por el puro gusto de saber.

Vemos entonces que la filosofía exige determinadas circunstancias y determinada disposición de ánimo. A este ánimo puedo ser llevado por circunstancias externas, cuando la propia realidad se encarga de demostrarme que lo que yo creía no era cierto, cuando las expectativas no se cumplen, cuando las personas con las que contaba me fallan. En ese caso me veo impulsado a buscar en mí mismo, las verdades fundamentales que necesito para vivir.


La actividad de filosofar implica liberarse de todo preconcepto, ya sea por propia decisión o por una causa exterior.
El primer filósofo del que tenemos noticia que se ocupó de estos temas, fue el griego Sócrates.
Antes de Sócrates existieron otros filósofos, pues la filosofía, tal como hoy la entendemos, comienza en el siglo VI a. de C. en las costas del Asia Menor e islas adyacentes, y se extiende después a las colonias griegas en el sur de la península itálica.
Estos filósofos, a los que se suele llamar presocráticos, se ocuparon de un tema filosófico que se llama el problema ontológico. Entre ellos tenemos a Thales de Mileto, Anaximandro, Anaxímenes, Empédocles, Pitágoras, Heráclito, Parménides y Zenón de Elea.

Sócrates introduce en la filosofía la idea de que, además de los objetos del mundo físico, existen cosas intangibles como la justicia, la moderación, la valentía, de las que se puede dar el concepto, que se pueden definir; y lo que él busca es precisamente la definición de esos conceptos.
Esta es la aportación fundamental que hizo Sócrates y la razón por la cual opino que es el primer filósofo que se ocupó de los problemas que atañen al hombre común.

Sócrates pensaba que a través del entendimiento y de la razón, se puede llegar a decir qué es el amor, la compasión, el valor, etc. Para él, el tema fundamental de la filosofía era la moral, la cual debía llegar a elaborar, de los objetos que estudiaba, conceptos tan precisos como los de la geometría, de manera que pudiese ser enseñada como lo es una disciplina matemática. De esa manera, decía, se eliminaría la maldad, dado que, en su concepción, la maldad era el producto de la ignorancia. Enseñaba que el sabio es el que sabe vivir, quien se conoce a sí mismo y sabe controlarse, y no aquel que sabe muchas cosas.
Decía Sócrates que la filosofía era la preparación para la muerte, y que quien sabe vivir, sabe morir. Fiel a sus enseñanzas, supo controlarse hasta el final, y murió acatando lo que le indicaba la razón.
El que es feliz no se preocupa acerca de la felicidad. Cuando algo nos falta, entonces empezamos a dudar de las apariencias y a buscar un sustento más sólido para nuestra vida, un saber que vaya más allá de lo que comúnmente nos ofrece el mundo.
Lo que buscamos es la filosofía, el saber que parece más inútil y al mismo tiempo es el más importante, porque no tiene otra consecuencia práctica más que la de enseñarnos a vivir. Empezamos entonces a crecer, pero intelectualmente, a expensas de dominar las porciones menos evolucionadas de nuestro ser.
Nos planteamos: ¿qué puede hacerse para vivir mejor, para ser más felices? Aprendemos a controlar las pasiones en la búsqueda de valores más trascendentes, descubrimos que es más sabio dominarnos que dar rienda suelta a nuestras emociones.
El hombre está formado por cuerpo y alma (o espíritu), pero es esto último lo que nos hace hombres, lo que nos diferencia de los otros animales. Para algunos pensadores importantes, la forma correcta de ser humano es dar preponderancia a nuestra parte espiritual en detrimento de nuestra parte animal. Controlándonos y dominándonos, es como crecemos espiritualmente, como más plenamente realizamos el ideal del ser humano.

La vida según la inteligencia, nos dice Aristóteles, es la que procura la mayor felicidad, porque es vivir de acuerdo con lo más excelente que tiene el hombre.